UN CURSO DE MILAGROS FUNDAMENTALS EXPLAINED

un curso de milagros Fundamentals Explained

un curso de milagros Fundamentals Explained

Blog Article



R: «El perdón que nos enseña el Curso es un proceso de mirar una situación como los asesinatos de francotiradores y preguntarnos qué nos dice este evento sobre lo que creemos. Comenzamos observando honestamente nuestras reacciones a estos asesinatos que incluyen todo tipo de sentimientos y juicios sobre las víctimas y los victimarios. Todos estos sentimientos y pensamientos son útiles para descubrir las creencias ocultas del sistema de pensamiento del Moi; que el mundo es true, que somos cuerpos, que lo que llamamos muerte es el last de lo que llamamos «vida», que somos vulnerables a los ataques … la lista sigue y sigue.

David Hoffmeister David Hoffmeister es un místico cristiano moderno y una demostración viviente de que la paz constante es posible cuando descansamos en Cristo. Su naturaleza compasiva y su discurso elocuente e intransigente son una bendición para todos. David es mundialmente conocido por su aplicación práctica de las enseñanzas de Jesús, y su claridad sobre la función del perdón, es sin igual. La pureza del mensaje que comparte apunta directamente al Amor de Dios. Frances Xu Frances ha seguido un profundo llamado, dejando atrás las tentaciones mundanas para vivir una vida de divina providencia. Se ha comprometido a dejar ir la mente que cree que sabe y a liberar la ilusión de la voluntad y las preferencias personales.

Así que si practicamos el perdón como nos enseña el Curso — liberando los juicios a los que nos hemos aferrado, haciendo que las diferencias que hemos estado percibiendo entre nosotros mismos y todos y todo lo demás en el mundo ya no sean importantes — ya no veremos nuestro propósito como algo separado de todos y todo lo demás.

Nada de esto debe interpretarse en el sentido de que uno «debe» participar en programas políticos o sociales. Es totalmente una cuestión de cómo uno es guiado. No es intrínsecamente de mentalidad errada o correcta tener una actitud activa en el mundo.

Podemos estar cautivados con la estatua del David de Miguel Ángel y recordar nuestra perfección y unidad con Dios; pero la misma experiencia puede ocurrir mientras estamos mirando un árbol enfermo en nuestro patio. Cuando nos hacemos dependientes de una forma particular para tener una experiencia «espiritual», nos hemos quedado atrapados en una relación de amor especial.

En esencia, robamos el poder creativo de Dios y nos lo conferimos a nosotros mismos para que pudiéramos dirigir nuestras propias vidas en un mundo que nos pudiera dar el especialismo y la individualidad que no estaban disponibles en el Cielo. La culpa asociada con nuestra existencia aquí es enorme como resultado, y se mantiene deliberadamente fuera de la conciencia a través de la negación y la proyección.

La siguiente cita expresa muy bien algunos de estos puntos: “El viaje a Dios es simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente. Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado.

4. 1Al principio el milagro se acepta mediante la fe, porque pedirlo implica que la mente está ahora lista para concebir aquello que no puede ver ni entender. 2No obstante, la fe convocará a sus testigos para demostrar que aquello en lo que se basa realmente existe.

Sin embargo, tanto la espiritualidad como la mayoría de religiones pregonan el amor y el trabajo en comunidad, la amabilidad y el ayudar al prójimo.

Somos criaturas obstinadas, no propensas al perdón, aunque es lo más organic que podemos hacer en este mundo. Pero el mundo es un lugar antinatural. Y así nos resistimos a lo que realmente sería más amable y más útil para «nosotros mismos». Siempre y cuando piense que actuar con espiritual amor hacia los demás es un capricho caritativo que otorgo a alguien que no lo merecen (W.pI.126.four: one), me resentiré por no haberme metido en mis líos «justificados» contra ti si siento que me has tratado injustamente. Pero si puedo ver honestamente cómo me hará sentir un ataque de represalia contra ti, tal vez esté más abierto a una solución de mentalidad correcta. Si puedo empezar a reconocer que mi reacción hacia ti no tiene nada que ver con lo que has hecho y todo que ver con la culpa en mi propia mente, que es la causa de todo mi dolor y para la cual siempre estoy buscando un blanco sobre el cual proyectarla, puede que me lo piense dos veces antes de reforzar esa culpa en mi propia mente por medio de un ataque más abierto contra ti.

La única precaución sería no hacer que el ritual se convierta en un sustituto del trabajo interno. Como dice Jesús en el libro de ejercicios: “Nuestro objetivo no es hacer un rito de las sesiones de práctica, pues ello impediría el logro de nuestra meta.

El entrenamiento implica en gran medida que nos pongamos en contacto con nuestra resistencia y temor de seguir adelante con el proceso de desindentificación con nuestro Moi. Un pequeña dosis de buena voluntad es todo lo que se pide. Todo lo que es importante es que «queramos» pensar en Dios o en Jesús durante el día.

R: «Sus preguntas presuponen que uno puede elegir el Moi y mirar sin juzgar, lo cual sólo es posible si uno está en un estado de negación. El Moi sólo conoce el juicio, que se basa en su error elementary de hacer que el error sea true. Lo que Ud. quiere hacer es vivir su vida prestando atención a lo que piensa y a cómo se siente.

El Curso nos dice que la elección de alejarnos de la luz del Espíritu Santo en nuestras mentes, de desechar nuestra paz al negar nuestra unidad con Dios, precede a esa situación o interacción que parece causar nuestra reacción. La culpa y el dolor de esa elección son la fuente de lo que aparece como enojo, molestia o irritación. Luego ocurre una situación o una interacción con otra persona, que usamos para proyectar nuestra culpa, en forma de reacción, o como el Curso nos dice «una interpretación»: “Tal vez sea útil recordar que nadie puede enfadarse con un hecho. Son siempre las interpretaciones las que dan lugar a las emociones negativas, aunque éstas parezcan estar justificadas por lo que aparentemente son los hechos o por la intensidad del enfado suscitado. Éste puede adoptar la forma de una ligera irritación, tal vez demasiado leve como para ni siquiera poderse notar claramente. O puede también manifestarse en forma de una ira desbordada acompañada de pensamientos de violencia, imaginados o aparentemente perpetrados.

Report this page